Inadecuado

Inadecuado

Inadecuado – “4 Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.” 1 Reyes 19:4

Podemos contrastar este momento en la vida del profeta Elías, con un momento en la vida de otro hombre muy grande en la Biblia. Moisés, al igual que el profeta Elías, se sintió inadecuado en un momento dado. Elías cuestionó si acaso era él mejor que sus padres, todo por haber prestado atención a la persona incorrecta. Tu incompetencia en tu mente no llega porque no tengas talento, sino por oír la voz de la persona incorrecta que llega a drenar tus fuerzas. Piensas que no tienes la capacidad para vencer el problema que tienes de frente; ese sentimiento y el pensar que no tienes mañana vienen porque estás desgastado emocionalmente por escuchar la voz incorrecta. Y hay mucha gente en nuestra vida que lo que produce es cansancio.

A veces, nos preguntamos por qué hay quienes no resisten mucho tiempo en los caminos del Señor; y menos cuando son líderes en una iglesia, y es que es importante que aprendan este principio. En Éxodo 18, Jetro le da a Moisés un consejo. Moisés hizo que el mar se abriera, venció a Egipto, a Faraón; hizo grandes milagros, y estaba frustrado. Tenía demasiadas tareas; y, lo que le agotaba, era dar consejos. La gente venía donde él para preguntarle cada cosa. Y Dios envía a Jetro, suegro de Moisés, a decirle: Lo estás haciendo mal; estás escuchando demasiadas niñerías de la gente, cosas que no tienes que oír. Le instruyó poner gente que se hiciera cargo de grupos de cien, de mil; líderes que le ayudaran a juzgar en el pueblo y a decidir. Porque uno de los peores problemas que tiene la gente es que no quieren decidir. Tus hijos, todas las mañanas, te preguntan cuál pantalón ponerse; después del servicio en la iglesia, ¿dónde vamos a comer? Pero entonces, tú escoges, y no les gusta lo que escogiste. Y, cuando uno está en una posición de liderato, pasa lo mismo. Entonces, Jetro organiza estructuralmente al pueblo y, por un tiempo, eso estuvo bien; pero hubo un momento en que Moisés quiso morirse. Un día, era tanta la presión de la gente, que se sintió inadecuado. La fuente de frustración para querer morirse, fue la gente. Lo vemos en Números 11. La gente comenzó a quejarse; querían carne. Así que, la estructura administrativa de Jetro, aunque organizó, no cambió la naturaleza quejona de la gente. Porque, por más organizados que estemos, los quejones siempre van a estar; los que hablan mal, los que echan la culpa al líder. Por mejor padre que tú seas, algún día, un hijo tuyo va a decir que las cosas serían diferentes, si tú hubieras hecho – o dejado de hacer – tal cosa por él. Nunca será suficiente; siempre habrá alguien que quiera codornices.

Moisés se siente inadecuado porque él está decidiendo por la gente, pero desea morirse cuando oye las quejas. Pero ahora, Dios es quien habla. Jetro le dio un buen consejo, pero nada como cuando Dios te habla. Dios le dice: Tú necesitas un grupo de personas con tu mismo espíritu. Y la organización estructural no transfiere espíritu. El espíritu lo transfiere Dios a aquellos que van a comenzar a hablar de la misma manera. Había millones de personas quejándose, pero lo que hacía falta eran 72 que profetizaran, que no se quejaran, que hablaran victoria, que hablaran como el líder.

En tu país, la gente que se queja, siempre la van a tener; y va a llegar un punto que, si tú sigues oyendo las amenazas y las quejas de la gente, tú también vas a desear morirte; porque, cuando tú eres líder, la queja te hace sentir inadecuado, porque tú lo que quieres es resolver el problema. Hoy Dios te dice que tú no puedes estar pendiente a lo que Jezabel diga, a lo que el pueblo esté hablando. La única voz que tú tienes que escuchar es la voz de Dios, y lo único que tú tienes que hacer es profetizar.

Si tú, hoy, estás cansado y has tenido mucha frustración, es que a lo mejor estás rodeado de la gente incorrecta. No te canses, no te extenúes; deja que la gente sea como sea; organízalos, estructúralos; pero pide que el Espíritu de Dios llene a los 72 que tiene que llenar con el mismo espíritu para hablar lo correcto, para que todos puedan ver el milagro y ver lo que Dios tiene preparado para sus vidas.

Mensajeros te han mandado a decir que tú no tienes futuro, pero hoy profetizamos que para tu país sí hay futuro, para tu país y tu familia hay esperanza. Hay gente que se queja todo el tiempo de cualquier cosa; pero hay un grupo, quizás poco, pero suficiente para hacer que codornices bajen del cielo para que la gente vea que Dios sigue siendo Dios.

Hoy Dios te dice: Levántate, porque largo camino te resta. Esto no se ha acabado, no se ha terminado; Dios va a hacer algo más grande contigo. Cuando estés cansado, en vez de ver las redes sociales o la televisión, oye a Dios; porque, cuando oyes a Jezabel, terminas encerrado, pero cada vez que oyes a Dios, fuego baja del cielo. El mundo te ha dicho que no tienes mañana, pero largo camino te resta; y, si largo camino te resta, lo más grande que vas a ver en tu vida no es que fuego baje del cielo, hay algo más grande que Dios tiene para ti. Jezabel va a desaparecer de tu vida, pero no tú de la suya; Dios tiene para ti gente que Él va a usar para bendecirte y prosperarte. Deja de ser de los que se queja y critica, deja de poner cargas a los que te rodean, y dile a todo el que está a tu lado: Levántate, porque largo camino te resta.
DIOS ES MI FORTALEZA !!

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.