Cuando tú tomas la firme determinación de caminar en el Espíritu, esto trae resultados a tu vida. Veamos 3 de ellos:
Comienzas a vivir de adentro hacia afuera. Ya no tratas de impresionar a nadie con tu vestimenta, con tu palabrería. Ahora la fuerza viene de adentro hacia afuera. No tratas de vivir por lo externo, agradando a otro; viene todo de tu interior, sabes que tu valor no es lo que tienes, sino quien eres; la fuerza, la firmeza, la confianza vienen del interior y no de lo que tienes y haces, viene de lo que hay dentro de ti.
Tu comportamiento no está regido por reglas ni regulaciones, sino por tus convicciones. Una de los frutos más grandes de tú caminar en el Espíritu, es tener prudencia. La prudencia es algo que no se puede enseñar. Todos nacemos imprudentes; lo que es apropiado en un escenario, no lo es en el otro; y la prudencia es saber diferenciar entre estos. No es una regla la que te guía, sino una convicción. Tienes que saber que lo que tú haces puede afectar la vida de otro. Vive sin hacerle daño al que está a tu alrededor. Pablo decía que, cuando vayas a comer con alguien, comas de acuerdo a la consciencia del otro, no de acuerdo a la tuya. Si hay algo que no come, entonces no lo comas; porque tú vives basado en tus convicciones, no por regla, no por regulación. Eso se llama prudencia, y eso es caminar en el Espíritu de Dios.
Aprendes a vivir por la Palabra de Dios y no por las emociones. Tú no resuelves tus problemas por las emociones, sino por lo que dice la Biblia. ¿Tienes un problema con un hermano? ¿Qué dice la Biblia? Que hables primero con la persona. Si no funciona, llévalo a los ancianos, a gente de la iglesia. Pero lo primero que hacemos es demandar. La palabra dice que hablemos y lo hagamos con testigos. Basa tu vida en la Palabra de Dios. Vivir en el Espíritu, caminar en el Espíritu, es caminar conforme a la Palabra de Dios.
El Rev. John Avanzini en una ocasión me dio una frase que jamás olvidaré: It’s in the Book. Está en el Libro. Cada vez que lo llamaba y le contaba lo que estuviera pasando, me decía: Está en el Libro. Sea lo que sea que te esté pasando, la respuesta está en el Libro; y, si te dejas llevar por lo que dice el Libro, vas a tener los resultados que dice el Libro. Muchos piensan que vivir en el Espíritu es vivir de inspiración, pendiente a ver qué el Espíritu te dice que hagas hoy; pero caminar en el Espíritu es ver qué es lo que dice el Libro que tú tienes que hacer.
Si das tu palabra en algún asunto, cúmplela. El mundo cambia fácilmente porque no se deja regir por lo que tú te riges. Y, si tú vas a vivir en el Espíritu, cuando tú das una palabra, tú la cumples. Caminar en el Espíritu no es por las emociones. Tus problemas en tu matrimonio se resuelven como dice la Palabra de Dios; tus problemas en tu casa, en tu negocio, se resuelven como dice la Palabra de Dios; esa es tu guía, y eso es caminar en el Espíritu de Dios.
Caminar en el Espíritu depende de una relación con el Todopoderoso; que Él sea suficiente en tu vida, que tú puedas entender que es de Él que tú puedes depender, que solo de Él es que tú puedes vivir. Él es más que suficiente para tu vida, Él es tu todo; tengas o no tengas, falte o no falte, Él sigue siendo tu todo, y en Él es que vas a confiar, a Él es que vas a seguir. No importa lo que pase en tu vida, a Él es que vas a seguir y solo a Él.
Caminar en el Espíritu es un acto ofensivo, requiere fuerza, requiere que tú camines como es digno, requiere que sometas tu carne, que sometas tus emociones a la Palabra del Señor. Caminar en el Espíritu no es simplemente hablar en lenguas o hacerte el más espiritual, sino que requiere fuerza, fortaleza; pero, cuando lo haces tienes la victoria, caminas como caminó Abraham, como caminó Pablo, experimentas cosas que nunca antes habías visto, y ves milagros y cosas poderosas que otros no experimentan, y sobre todo, tienes una consciencia libre; duermes tranquilo, descansas porque sabes que estás caminando de acuerdo a como Dios ha dicho que tienes que caminar.
DIOS ES NUESTRA FORTALEZA !!
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