Oración – Manteniendo la comunión con Dios

Oración – Manteniendo la comunión con Dios

Dios es real. De lo contrario, no hay razón por la cual orar; ¿A quién y por qué orarías? Por eso es que dice Hebreos 11 que sin fe es imposible agradar a Dios porque, para acercarse a Dios, es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que Él es galardonador de los que le buscan. Si no crees en Dios, no crees en el poder de la oración, y no vas a buscar hacerlo.
Tú necesitas de Dios. Si tú no oras, estás diciendo que puedes pasar tu día sin encomendarte a Dios, que puedes con tus propias fuerzas. Eso es un nivel de orgullo. Tú necesitas entender que tú solo no puedes llevar tu negocio, tu matrimonio; Que tú dependes de Dios. Jeremías 11:23 dice: Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos. Jesús lo dijo de otra manera, en Juan 15:5: Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Dios escucha tu oración. Dios no siempre contesta de la manera que tú quieres, pero Él siempre te escucha. No hay nada más frustrante en una relación que sentir que no te escuchan, que no te entienden. Tú no oras para ver qué pasa, sino porque sabes que Dios te va a escuchar. Quizás el que no escuchas eres tú. 1 Pedro 3:12 dice que los oídos de Dios están atentos a la oración de los justos.
Para poder entender que Dios te escucha, tienes que desarrollar confianza de que tú tienes acceso directo al Señor, por causa del sacrificio de Cristo. El que cree que Dios no lo escucha, lo que piensa es que Dios está molesto. Piden a otros que intercedan por ellos porque se miran a sí mismos y no sienten la confianza de acercarse, en ocasiones porque saben la respuesta, y no quieren que se les diga que no directamente; No se sienten dignos de acercarse a Dios, piensan que Él no les va a escuchar. Por eso es tan importante el mensaje de la gracia y la misericordia de Dios. Por eso, Hebreos 4:14 dice que tenemos un gran Sumo Sacerdote, Jesús, el Hijo de Dios, que puede compadecerse de nuestras debilidades, que fue tentado en todo pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro. Cuando Dios te mira, no te ve a ti, sino a Cristo en ti. Tienes que arreglar tu vida con Dios, madurar, pero tienes que tener la confianza de que Él te va a escuchar.

Dios responde tus oraciones. A veces dice sí, a veces dice no, a veces dice todavía, y a veces dice: Tengo algo mejor para ti. Pero Él responde tus oraciones. Tu oración no es una manera de manipular o controlar a Dios. Tu oración, además, trasciende a simplemente pedir.
“13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. 14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” 1 Juan 5:13-15

Si tú tienes confianza que Dios te escucha, y has orado conforme a su voluntad, entonces, Él te oye y contesta tu oración.

La oración es vital para tu victoria. No se puede tener una vida de victoria y bendición, sin una vida correcta de oración. Y esto no tiene que ver con qué tan larga o corta sea la oración; Hay un momento para cada oración. La vida de oración no es mecánica, sino, de comunión con Dios constante; Lo que sí tienes que entender es que, sin oración, tú no puedes vivir. Tú tienes que orar, encomendarte a Dios, desconectarte de todo lo demás, establecer la disciplina.
¿Cuándo fue la última vez que tú oraste? No puedes pensar que vas a tener victoria en tu vida como cristiano, si no oras. Esa es tu forma de tú comunicarte con Dios. En Efesios 6, se nos habla acerca de la armadura de Dios, y dice el verso 18: orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; Porque tú puedes tener el resto de la armadura, la coraza, el yelmo, la consciencia de salvación, toda la fe que tú queras, pero si no estás orando, puedes estar armado y no tener victoria. Por ejemplo, hay gente que prefiere adorar en vez de orar, porque es más fácil cantar que orar; Pero la adoración hace algo que la oración no puede hacer, y tú no puedes vivir toda tu vida adorando; No puedes sustituir una cosa por la otra.

La oración es un acto de fe, pero no sustituye las obras. Tú no puedes acercarte a Dios sin fe, así que el acto de orar es un acto de fe, pero no sustituye tus obras. En Santiago dice que la fe sin obra es muerta. Este punto es importante porque hay quien piensa que lo único que tiene que hacer es orar. Si oras por alguien, pero tu oración no va acompañada de amor, respeto, acciones correctas, los cambios necesarios, nada va a ocurrir. Si estás orando por un trabajo, y no estás enviando un currículum, nada va a pasar. Tienes que orar con fe, y actuar. En Mateo dice que oras en lo secreto, y Dios te recompensa en público; Así que hay un momento para encerrarte, y un momento para salir; Porque la oración se gana en el secreto, pero la recompensa se busca en público.
En tu oración, tú necesitas la ayuda del Espíritu Santo. Tú necesitas aprender a tener una relación con el Espíritu Santo, con Dios personalmente, a través de la persona del Espíritu Santo. Romanos 8:26 dice que el Espíritu nos ayuda porque no sabemos qué pedir como conviene, pero el Espíritu intercede por nosotros. A veces, no sabes ni por qué o cómo orar; El Espíritu te dirige.
DIOS ES BUENO!!!!

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