En Lucas 16, vemos la parábola del mayordomo infiel, en la que se acusa al mayordomo de malgastar los bienes de su amo, quien le pide cuentas y dice que le quitará la mayordomía. Es entonces que el mayordomo decide reescribir las deudas de los deudores de su amo por unas más bajas, para que cuando se le quitara la mayordomía le recibieran en sus casas.
“8 Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz. 9 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.” Lucas 16:8-9
Jesús está enseñando aquí cómo el mundo es más inteligente con las finanzas que los cristianos; lo hacen mal, pero son más inteligentes, más sagaces. Los amigos de los que habla, no son los de la tierra; Jesús está llevando esta representación a un nivel espiritual. Jesús estaba diciendo que con las riquezas injustas te asegures la eternidad porque, cuando no tengas las riquezas, debes tener algo que las reemplace; y las riquezas injustas te dan moradas en la eternidad.
“10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. 11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? 12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? 13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” Lucas 16:10-13
Cuando habla de riquezas injustas, lo que habla es de riquezas naturales; y ¿cómo Dios puede confiar lo verdadero, lo real, si tú no demuestras que con las riquezas naturales eres fiel? ¿Cómo dices que vas a ser empresario, si no fuiste fiel en el trabajo? ¿Cómo dices que vas a ser pastor, si no fuiste fiel en la iglesia a la que asistías? Si no eres fiel con lo que no es tuyo, ¿cómo Dios te va a dar algo que sí lo sea?
Vemos a Dios alabando a alguien que está haciendo algo incorrecto; dice que ganemos moradas eternas con las riquezas injustas. ¿Qué es lo que está diciendo el Señor? Dios te quiere prosperar, pero no es que te vaya a llegar el dinero del cielo, y no vayas a ser responsable de él. Tú tienes que honrar a Dios con cómo produces dinero, honrarle con el dinero, y todos tus gastos e inversiones tienen que honrarle también. Y en esta parábola vemos 4 cosas que nos ayudan a mantener este parámetro bien claro:
Todos, algún día, tendremos que darle cuenta a Dios de todo lo que Él puso en nuestra mano. En toda parábola de mayordomos, siempre el amo llama a cuentas a los mayordomos. Dios te da rienda, pero algún día Él te va a llamar a cuentas.
Jesús admiró en este hombre –quien robó al amo – la utilización de las finanzas para crear nuevas oportunidades. Dijo: Este hombre es sagaz; sabe que lo voy a botar, y utilizó el dinero para crearse una nueva oportunidad. Cuando tú te vayas para el cielo, ya tú perdiste toda oportunidad. Las únicas oportunidades que tú tienes, las tienes aquí en la tierra; y, mientras estás aquí, el dinero tienes que usarlo para crear nuevas oportunidades mientras lo tengas; porque no siempre lo vas a tener. Con tu salario, lo importante es crear nuevas oportunidades, relaciones, amistades. No almuerces solo; almuerza siempre con alguien. Crea relaciones, invierte en ellas. No lo hagas esperando algo inmediatamente, eso sería manipulación; pero hazlo, sé sagaz. Mientras tengas la oportunidad, haz con ella algo eterno. Dios se va a encargar de hacer que alguien te lo pague algún día.
El Señor dice claramente que, si tú no sabes manejar las riquezas injustas, ¿cómo puede darte las verdaderas? En el Nuevo Testamento, Pablo habla de las riquezas del poder de Dios, de la unción, de la gloria, que están guardadas para nosotros. Si tú no sabes usar un dólar, ¿cómo Dios te puede dar su unción? Las riquezas de la gloria de Dios son sabiduría, conocimiento; cosas más poderosas que el dinero; pero también más peligrosas. Si tú no sabes manejar el conocimiento que tienes, es más peligroso que un dólar. Y ¿cómo, si tú no has demostrado que en lo pequeño eres fiel, Dios puede darte grande unción? Gente que tiene verdadera unción, autoridad, poder en el Evangelio, por lo general, son buenos administradores y fieles en todo lo que hacen. Nadie llega a ese lugar haciendo las cosas mal; y el que las hace mal, algún día paga, y cuando paga, te desilusionas y te das cuenta que no era tanta la unción que tenía. Así que, si tú quieres lo verdadero de Dios, cada dólar que tienes en tu mano tienes que utilizarlo correctamente.
Dios desea que escojas servirle a Él con tu mayordomía. No puedes tener 2 señores. Dios nunca se va a imponer; su señorío no se impone sobre tu vida. Él te da dinero para que tú escojas a quién le sirves. Dios no es como el gobierno, que te quita el impuesto; Dios te da la oportunidad que tú decidas. No recientas al gobierno por los impuestos que tienes que pagar; cuando pagas más impuestos, da gracias a Dios porque eso lo que significa es que ganaste más. El mediocre y el pobre recienten cada impuesto que pagan; cada vez que se lo exigen y se lo quitan, lo recienten; y Dios, para que tú no lo recientas, te da la oportunidad de que tú escojas si le honras. Por eso, el que da, debe darlo con alegría porque Dios ama al dador alegre. El que diezma, lo que le dice a Dios es: Tú eres mi Señor, yo escojo servirte a ti, honrarte a ti con todo lo que tengo.
Si tú aprendes hoy estos 4 puntos, las finanzas van a fluir en tu vida. Si tú las tienes claras en tu consciencia, Dios va a hacer que las ventanas de los cielos se abran sobre tu vida, y se derrame bendición hasta que sobreabunde.
DIOS ES BUENO !!
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